¡Cree!, el fracaso es positivo

“Si usted cree que puede o si cree que no puede, usted tiene razón, la limitación está en usted”.

Superación, sin duda una de las palabras más utilizadas para referirnos al desarrollo personal, a la búsqueda de sentido de nuestras acciones y el nexo entre cada etapa de nuestras vidas. 

La superación me hace pensar inmediatamente en otra palabra… CREER… ¿Crees en ti?

(Si gustas puedes contestar después de haber leído lo que compartiré contigo).

Quiero comenzar hablando sobre la palabra creer. Si me lo preguntas, para mí, creer es una palabra de poder; es una de las muchas herramientas que existen para convertir lo inmaterial en material, la gasolina para salir a toda velocidad de la zona de confort.

En nuestra cotidianeidad pareciera que esta palabra estuviera solo relacionada con el aspecto religioso; un concepto propio y transversal de las diferentes religiones y sí, por supuesto que se puede utilizar en ellas (no tengo oposición a aquello), PERO, creo firmemente que es una palabra que tiene muchísimo potencial para quedarse encuadrada ahí nada más, sobre todo cuando nos proponemos bajarla desde el cielo a la tierra, a la vida de cada uno de nosotros, personas comunes y corrientes que ponemos intención en nuestros actos y la utilizamos como nutriente para nuestra fuerza de voluntad, para seguir luchando por lo que necesitamos o por lo que pretendemos conseguir, haciéndonos por primera vez tener confianza en nosotros mismos para afrontar los obstáculos de la vida. Creer en nosotros mismos es realmente muy importante.

Esto pareciera fácil de decir, ¿No crees?, sin embargo, no lo es para todos, creer que no se puede es algo que lamentablemente forma parte de nuestro desarrollo y crecimiento como persona, cuando nos enfrentamos a algo nuevo (independientemente de lo que sea), nos insegurizamos, NO creemos ser capaces de sobrevivir a tales experiencias, aunque sean por voluntad propia, aunque la hayamos elegido. 

El miedo nos hace presos de su sabotaje implantando frases afirmativas altamente negativas, tales como: 

  • No tienes carácter, lloras por todo, eres cobarde, por mucho que lo intentes no lo conseguirás, no tiene caso… déjalo así, si lo haces te criticaran, no sirves para eso y un largo etcétera.  

El miedo sabe esconder muy bien en ti sus propias inseguridades, y es más, te deja tomar acción, pero cuando menos te lo esperas, en el momento más decidor y que marcará un antes y un después en tu futuro, arremete contra ti, acabando y reduciendo a nada todo el esfuerzo, todo el corazón y sentimiento que pusiste en él… ¿El resultado?, tiramos la toalla, la desmotivación absoluta es pan de cada día y a continuación, por si fuera poco, el no querer salir más de la zona de confort se hace un hábito y mientras más pasa el tiempo, menos crees en ti, comienzas a subestimarte. Pareciera que el miedo te borrara la memoria o bien, colapsara tu mente de inseguridades y pensamientos catastróficos, hasta el punto, de hacerte olvidar el camino que recorriste antes de caer en sus maquiavélicas intenciones… el mundo se llena de grises y se vuelve insípido.

El miedo sabe muy bien cuál es su debilidad, el miedo sabe que aquello que te sucedió, es un arma de doble filo y en la gran mayoría de nosotros, se arriesga, porque las probabilidades de conseguir dejarnos sin intención son muy altas, sabe que con lo que nos quedamos puede hacerlo desaparecer, ¿a qué me refiero?, al FRACASO.

El miedo es altamente vulnerable al fracaso y el fracaso, no sabe que fue secuestrado de nuestra vida, fue domesticado y hace todo cuando su amo (el miedo) aparece y que es infinitamente más poderoso que él, porque el FRACASO  es parte de nosotros, es natural en el ser humano, existió, existe y existirá siempre en cada proceso en el que necesitamos MEJORAR y EVOLUCIONAR, y puede sonar algo desalentador para algunos, pero déjame decirte que, cuando lo aceptes entenderás que el fracaso es uno de los medios por los cuales podemos seguir avanzando en el camino, ¿por qué?, porque el fracaso siembra en nosotros la posibilidad de hacer realidad lo que buscamos de forma obstinada, el fracaso nos dice cuál fue el desajuste, que parte debemos revisar, reparar, ajustar y volver a ponerla en marcha.           

¿Qué nos hace falta entonces?… Creer que, ¡sí, se puede!

No debes arrojar por la borda todo lo que has logrado porque tienes una piedra en el zapato, o porque se te desabrocharon los cordones, o porque te tropezaste, resbalaste y caíste por equivocación, creer que si se puede, es confiar en tus reflejos, es confiar que tus brazos ayudarán a sujetarte de algún lado para que el impacto sea menor, creer que si se puede es confiar que cuando estés sentado en aquel lugar sentirás la necesidad inmediata de levantarte porque tu postura natural es estar de pie con la mirada serena; creer que si se puede es creer que tienes las mismas capacidades que los demás, que puedes afrontar aquellas dificultades que agotan tu energía y reducen a brasas el fuego de tu alma, creer que si se puede es saber que siempre lo puedes volver a intentar.

Solo está en ti y en tus pensamientos, libérate de ese sabotaje mental porque ninguna de las afirmaciones negativas anteriores es real, solo es real aquel momento en el que te encuentras… el momento de cerrar un negocio con alguien importante que te traerá muchos beneficios, el decirle que la/lo amas, el decir adiós a quien tanto te hizo daño, el momento de decidir si inscribirte en un curso para aquel pasatiempo que quieres desarrollar o tomar la decisión por cambiar tus hábitos para alargar tu vida y disfrutarla con salud.

Si sientes que poco a poco has renunciado a creer en ti has lo siguiente: Cierra tus ojos, toma una respiración profunda y repite por lo menos tres veces lo siguiente (mientras empuñas tus manos con todas tus fuerzas hasta el punto de vibrar por la energía que recorre tu cuerpo) …

CREO EN MI, CREO EN TI, CREO EN NOSOTROS.

CREO EN MI, CREO EN TI, CREO EN NOSOTROS.

CREO EN MI, CREO EN TI, CREO EN NOSOTROS.

Quiero compartir contigo algo personal…

Nací en la década de los 90s y dentro del proceso de enseñanza básica fuí el último de mi clase en aprender a leer y nunca logré aprender a escribir en manuscrita…

Me costaba muchísimo conectar cada consonante con las vocales, ni que hablar cuando dos consonantes se topaban…  

Hoy, soy un lector apasionado y por lo general suelo leer dos libros al mes, y de vez en cuando uno que otro audiolibro, y no tan solo eso, me encanta escribir sobre superación personal y relatos de ficción (hace un poco más de un año publiqué mi primer libro, Fragmentados – Una Historia de Amor Narrada en Versos), si hubiera escuchado todas esas palabras cargadas de desazón, inseguridades y malos augurios, nunca hubiera estado escribiendo esto para ti.

¡Sé que tú también puedes crear esa Super-acción! Para poder darle el valor que merece tu vida y tu existencia, el miedo es solo un espejismo y el fracaso ha sido estigmatizado como algo negativo, entonces, te pido que luches por ti, pero antes que todas las cosas, debes creer en ti, porque sin ti, nada tiene sentido… no te abandones por favor. 

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